Cafetería HD

Un lugar típico de Madrid con un toque moderno. El lugar es agradable y está muy cuidado a pesar de tener casi 60 años. La comida está muy buena, aunque el precio es algo elevado (por eso solo 4 estrellas). Tiene mucha variedad en la carta. Fuimos a desayunar y todo estaba muy rico. Lo mejor es el trato de los camareros, muy atentos, agradables y sonrientes durante todo el tiempo.

He ido al local varias veces pero esta vez fuimos solo a tomar el postre. Como siempre estaba lleno, la comida tiene buena calidad y es abundante. Recomendada la tarta de manzana con helado, el pie de limón quizá un poco más ácido pero muy bueno también. Volveremos la próxima a comer sus hamburguesas y sándwiches.

Buen local donde ser sirve comida hasta tarde. Tienen una variada carta de hamburguesas, bastante buenas en general. Todas las veces que he ido me han atendido muy bien, por lo que se ha convertido en una opción de referencia cuando estoy por la zona.

Fuimos a desayunar. La verdad que la carta es muy completa y ofrece muchas opciones tanto de salado, dulce, bebidas… Yo tomé un pan de centeno con tomate y aceite y un cappuccino. Todo muy rico, aunque me esperaba un par de tostadas. El servicio fue rápido, salvo en el momento de pagar que tardaron mucho tiempo y terminamos pagando dentro. Recomendable para venir con grupos grandes.

Una de mis cafeterías favoritas. Me encanta la decoración retro divina, los camareros amables, las hamburguesas, los perritos calientes, el mousse de calabaza y la tarta de zanahoria. Es muy acogedor, también tiene terraza y proyectan pelis en B/N sin sonido. Me gusta ir a cualquier hora del día. Muy recomendable!

Cafetería en la calle Gaztambide del grupo la musa. He ido varias veces ya, y la peor fue la del menú de medio día. Fuimos a las 15.10, y ya no le quedaba de nada en el menú. Solo una opción de cada plato, y por tanto tuvimos que pedir de carta. Salvo por eso, la comida muy bien, de ahí mis 4 y no 5 estrellas. La hamburguesa francesa con foie muy buena y la ensalada de burrata también. La tarta de manzana fina, es un espectáculo. Otra cosa a tener en cuenta es lo pequeño de las mesas y los espacios, que para comida comida, se hacen incómodos. Las meriendas muy bien.

Muy rico y bien servido. El local es muy bonito, estilo retro. No pasa de moda. Cocina abierta todo el día. Muy ricas las hamburguesas y sándwiches.

Me gustó mucho el sitio sobretodo por la decoración tan diferente y distinta con respecto a lo que hay en el barrio. Además me consta que son muchas series y películas que han utilizado esta cafetería como escenario para sus rodajes. Conserva su original diseño de cafetería de barrio salpicado de un aire cosmopolita. Hasta el plato de olivas te lo sirven en el típico platito de aluminio vintage. Calidad-precio buena

Una de mis cafeterías favoritas en Madrid, de estilo elegante, vintage y cinematográfico. Tienen una barra con una amplia selección de licores y una carta de bebidas y cocktails igual de amplia. Destaco la sangría de vino blanco, en mi opinión una de sus especialidades, así como el perrito caliente y las gyozas. También tienen bastantes hamburguesas de gran calidad y sabor. Sitio para repetir.

Buen local con terraza. Las hamburguesas están bastante bien y dejan el punto adecuado según le indicas. Los postres, como la tarta de manzana y el brownie, estaban muy buenos.

Cafetería con hamburguesas y sandwiches muy ricos. Buen trato del personal. Adaptado para celiacos e intolerantes y con cocina abierta todo el rato.

Buena atención por parte del personal, nos han sentado rápido, la comida la han traído rápido también. Los nachos de entrantes están buenos, y la hamburguesa americana también está rica, las patatas muy crujientes también. De precio 25 euros por persona, recomendable comer en la terraza

Buen sitio para comer hamburguesas, sándwich, nachos... ese tipo de comida. El precio un poco elevado para el tipo de comida. La terraza está bien y el servicio bueno aunque la lista para esperar la tienen un poco desorganizada. Fecha: 02/10/2022

El futuro de bares, restaurantes, cafeterías y establecimientos del ramo solamente permite dos posibilidades. Una de ellas es el cierre en el caso de no conseguir una abundante y habitual clientela. Si, por el contrario, el negocio se hace popular y los parroquianos acuden en masa, entonces la calidad del servicio empeora y el ambiente se deteriora, el condumio pierde calidad y las instalaciones precisan renovaciones, que a menudo afean el local o, al menos, rebajan sus encantos. Es la ley de la entropía hostelera, casi tan inexorable como la de la termodinámica. Esta cafetería ha pasado a encontrarse plenamente en esta segunda situación. La última vez que entré en ella para tomarme un café bien podría ser la última. Tardaron lo suyo en percatarse de que yo no era una columna o un mueble. Finalmente, me adjudicaron una de las varias mesas libres y me prohibieron ocupar otras. Debo proclamar que en este establecimiento hostelero han batido el récord de cercanía entre mesas: menos de 25 cm de separación entre la mía y cualquiera de las dos contiguas. Excepto en el metro, nunca había estado tan cerca de gente que no conocía. Si por lo menos los camareros nos hubieran presentado, habría sido menos embarazoso. Yo es que soy tímido y poco propenso al cotilleo al que puede dar pie oír nítidamente las conversaciones ajenas. Pasaron unos diez minutos hasta que tuve delante una simple taza de café. A todo esto, el estrépito que producían las numerosas cuchipandas que me rodeaban, obligaba a toda la concurrencia a levantar continuamente un poquito más la voz, deduzco que para hacer posible el diálogo. Por allí pululaban lo menos media docena de camareros, que a mí me hicieron poco caso, lo cual es comprensible por diversas razones, pero uno no termina de resignarse a la invisibilidad. La polifonía estridente de voces humanas se completaba con los sonidos del bajo de los temas musicales que debían estar sonando simultáneamente. Un olor penetrante a humedad de bodega era parte insoslayable de la experiencia sensorial. Según se incorporaban nuevos grupos de alegres consumidores, la algarabía se cargaba de decibelios y se me hacía tarea ardua no sólo la lectura, sino incluso el pensamiento. Acabé con el café en tres sorbos y escapé de aquel estruendoso tugurio que una vez fue lugar ameno de sonidos rumorosos, al que dediqué una reseña encomiástica. Maldita termodinámica social.

He vuelto a esta cafetería despues de la pandemia y la verdad es que no ha sido una buena vuelta. Se nota que el grupo la Musa ha reducido personal de forma considerable. Un tiempo de espera de 15 por cada consumición que pediamos y eso que pedimos 3 rondas. Los pobres camareros no dan a basto en la barra y cocina. Las raciones tambien se han reducido de forma considerable. Ejemplo los nachos que subo. Una pena.

No puedo bajar la valoración por su comida porque todo está magnífico, desde sus hamburguesas, hasta su tartar de atún o su risotto. Aconsejo probar tanto como desayuno o merienda o tanto como postre su tarta de zanahoria, es exquisita! Cada vez que puedo voy.

Una de las pocas cafeterías de estilo sesentero - mucha madera, cuero, luz tenue y una música de fondo realmente buena - que se sigue utilizando de decorado para películas. Buena selección de cervezas y cócteles, cocina impecable (aros de cebolla crujientes, ligeros y nada grasientos). Ideal para un café con leche y tortitas o para picar algo acompañando un negroni.

Hamburguesas ricas y bien elaboradas, servicio bueno, decoración my acertada, precio correcto!!

El Templo de la Hamburguesas y más...... Cafetería HD, uno de mis lugares de restauración favorita de Madrid, nunca me decepciona, el staff súper amables y profesionales. La comida rica muy excelente y los precios son acordes y justos, los Gin Tonic y cócteles son buenísimos. El café es un 10. Amo este sitio, amor que ya dura más de 10 años ♥️ Recomendable 100%.

Siempre hemos ido a la zona interior y con reserva previa, recomendable. La comida es muy buena, los aros de cebolla y la Burrata, excelente, la hamburguesa italiana una locura. Todos los camareros han sido muy amables todas las veces que fuimos. También puedo recomendar los cócteles. La decoración es muy atractiva y cuidada, y la música excelente. Muy buen ambiente, gente de todas las edades

Agradable cafetería, que mantiene su estilo tradicional de antaño, pero con toques hip y lounge añadidos por el grupo Musa. Entre la comida destaca la hamburguesa vegetariana, a mi juicio.

RECOMENDABLE! Local vintage, con buena comida y buenos precios. Fui a tomar un brunch, super completo por un precio muy económico. La atención es estupenda y aunque en las reservas te indican que solo puedes estar máximo 1h30, si el local está vacío no te ponen ningún inconveniente

Para ser justos os pongo 3 estrellas porque el servicio es bueno y los camareros simpáticos. El local está limpio y es bonito por dentro. Pero cobrar 3,20 por un rooibos es un atraco a mano armada. En ningún momento he visto que el agua provenga del Himalaya y las hojas del rooibos hayan sido traídas desde Ciudad del Cabo por el mismo productor . Entiendo que el precio de la luz haya subido y calentar el agua salga caro , pero casi tanto como el precio de un vermut me parece un claro abuso. La próxima vez pediré una Coca Cola

Iba con optimismo ya que tengo aprecio a este sitio, pese a que las últimas veces que he ido y he llevado a gente, la comida no ha estado nada bien; como por ejemplo un gofre carbonizado que intentaron colarme del revés para no darme cuenta o no acordarse de añadir al plato ciertos ingredientes, que luego sí se acordaban de añadir a la cuenta… Pero por lo que veo, no mejora la cosa… Francamente decepcionante el brunch de este sitio. A parte de haber subido de precio, antes costaba menos de 10€ y ahora 12,50€, las cantidades son realmente escasas para lo que se paga. Cuando nos han traído el plato, como podéis observar con un montón de espacio, demasiado grande para la cantidad de comida que hay… y con esas tortitas de un tamaño tan pequeño que parecía que nos estaban tomando el pelo… pues nos hemos llevado una decepción enorme. Viendo fotos del brunch en otras reseñas, claramente las tortitas eran más grandes y contundentes que las que nos pusieron a nosotros, por lo que me imagino que se debería de acabar la masa, o simplemente nos pusieron malamente unas descongeladas o industriales del supermercado… Sea como sea, eran las 12:00h del mediodía, típica hora para hacer un brunch… por lo que la excusa de que quizá no quedaban ingredientes no es válida. De sabor como tal está bueno, sobre todo los tomates asados (o mejor dicho, la porción de tomate, singular), y la tacita de café y el zumo que acompaña al brunch, aunque tampoco vienen en demasiada cantidad. Por cierto, la taza grande que sale en la foto es una taza de leche que pedimos con Cola-Cao, no es café. Este brunch te lo haces en casa por 5 o 6€. Literalmente. Claramente no volveré!

Desayuno muy rico. Consciente de la zona donde está ubicado pero, el precio es algo elevado. La atención de los camareros exquisita. El sitio es acogedor, manteniendo decoración antigua y añadiendo un toque moderno. Música ambiente agradable. Gracias!!

El sábado estuvimos en el primer turno de cenas para celebrar un cumpleaños un grupo de amigos. La comida deliciosa. A destacar las croquetas de jamón y la hamburguesa navideña. Encargamos una tarta y nos hicieron una tarta casera de zanahoria riquísima y tuvieron el detalle de poner la canción del cumpleaños feliz por megafonía mientras que la traían a la mesa con velas. Personal muy amable y atento. El local acogedor , aunque tal vez demasiado lleno. Sitio recomendable.

Es un buen sitio con buen ambiente y los trabajadores son muy agradables. Por lo que vimos, la gente viene por sus hamburguesas y gofres. Las hamburguesas están muy buenas, sin embargo los gofres tenían muy buena pinta pero sabían a sándwich total y no ha sido muy agradable para nosotros. Otra cosa que no nos ha gustado ha sido que pedimos expresamente una mesa y al llegar estaba ocupada. Entendimos que estuviese ocupada por otra persona y pedimos otra mesa que nos pareció algo más cómoda que en la que nos habían sentado, sin embargo nos dijeron que no nos podrían sentar allí porque la había reservado alguien. Después la que habíamos reservado se quedó libre, pero nos dijeron que no podríamos sentar allí porque vendría más gente que había reservado, en toda nuestra comida no vimos aparecer a la gente de la segunda mesa y nos ha parecido que no se ha tenido en consideración nuestra situación. A pesar de todo, no salimos con mala experiencia por el trato cordial y las hamburguesas, por ello pongo 3 estrellas.

Sitio entrañable para ir solo o acompañado con buen servicio en general La única pega es que las mesas son pequeñas están muy pegadas unas con otras. Aconsejo reservar.

Cafetería retro muy chula y con carta variada. Servicio correcto

Cafetería de confianza, si vas sabes que no fallas. Desayunos, Brunch rico, completo y asequible), meriendas, cenas y copas,... lo que quieras. Buena música y aceptan perros. Mi gran sorpresa fue el bocata de lomo, y nunca fallan: el té de melocotón (que pedía durante este verano) y cualquiera de las hamburguesas. Y por cierto, ¡Incluir las patatas en las hamburguesas ha sido un gran acierto!